Hoy creí que sería especial y fue especialmente triste, creí que mi sonrisa sería enorme y enormemente fue borrada. No pensé que me silenciarías y delante de la gente me hiciste sentir nadie, dedicaste tus palabras para ti mismo y te hiciste el centro de atención. Luego reclamaste una vez más mi forma de complacerte y seguiste jugando a ganar. Ahora me siento perdedora más que nunca, porque ya no soy importante, no soy nada, nada realmente interesante. Meridien
las historias, las palabras, los pensamientos, las inquietudes, los sentimientos... muestran nuestra humanidad más allá de lo predecible