Hoy pondré un acento a mi vida, orgullosa de estar presente en este momento, justo cuando tu estás aquí, cercano, por encontrarte en este espacio compartido y regalarme la posibilidad de tenerte entre mis brazos. Hoy pondré un acento a mi vida, para señalar que fue aquí y ahora cuando sentí que la vida me daba parte de su esencia, haciendo más fértiles mis sensaciones, dando frescor a mi semblante, otorgando aire a mi corazón. Hoy pondré un acento a mi vida, con osadía, con descaro y atrevimiento, por la esperanza concedida y el amor regalado, por esas palabras que me acompañan día a día, por esos besos que saben a chocolatinas, por esas caricias tan emotivas, por todo y simplemente por tí. Hoy pondré un acento a mi vida, indicando que te quiero a ti, por mí, porque lo siento así, porque el destino creó esta locura y la locura te trajo hacia mí. Hoy pondré un acento a la vida y será para ser feliz. Meridien, 2007
las historias, las palabras, los pensamientos, las inquietudes, los sentimientos... muestran nuestra humanidad más allá de lo predecible